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El Arbol de la Vida ( 2 )

ALGO …TARDE ---------------------- 17-11-94 Hoy por primera vez en mi vida lloré la muerte de mi madre, pero en sueños, a pocos días de cumplir 45 años. 26-12-94 Azar, esta palabra que define la perfecta armonía con que se ordenan las cosas movidas o instaladas por la mano divina. Primer día de clase ¿Dónde quedaron las tardes soleadas en que iba corriendo a la escuela, en el silencio de la siesta marplatense, llevando acelerados latidos en mi corazón en el temor de llegar tarde . El ruido de los útiles en mi cartera, desmigando el trozo de pan que mi madre había acomodado para mi hambre. Si no hubieran talado los eucaliptos, si no hubiera pasado el asfalto, si las casas todas huyeran de lo que antes fueron baldíos, montes y potreros; si la campana de la escuela sonara para anunciarme que llegaría tarde, para observar una vez más el patio de mi escuela lleno de niños y entre ellos ves a mis antiguos compañeros. Pero ya muerta la edad de mi inocencia, ya desgajada la rama en que dormita

El Arbol de la vida. ( 1 )

¿Qué es la esencia del vivir? Muchas veces miramos sin observar, otras sin escuchar o tocamos las cosas sin sentir, porque no estábamos en esos momento dispuestos a percibir la esencia de verdad que emana de todas las cosas y de los hechos. Y es por esto que no apreciamos la armonía de la naturaleza; de la cual somos parte; y decimos que "la rosa es linda" "lástima sus espinas…" o que la primavera es hermosa y el otoño todo lo contrario. He comprobado que, en todos los casos hay ARMONÍA en las cosas y en su relación con otras, es una gran cadena que une elementos, vidas y hechos para cumplir todos y cada uno con el propósito que fueron creados: perfeccionar al Hombre en esta vida en cuerpo y espíritu.- Dos latidos 13-01-91 De un hombre dedicado a dar lo mejor de sí a sus hijos y a su esposa; De un hombre que una crisis económica fortalece y que la falta de trabajo convierte en león; De ese hombre, Dios extrajo, además de una costilla de su costado, los dos últimos l

LOS RECUERDOS (30-12-90)

Alguien me dio hace un tiempo a modo de obsequio, un libro, el cual una noche tomé para hojear. Al tratar de abrirlo sentí algo deformado en su interior. Cuando lo abrí, cayó a mis pies algo grotesco como un trozo de cartón deforme y oscuro, que se desmenuzó en el suelo . Cuando me incliné para tomarlo advertí que se trataba de lo que alguna vez fue un clavel. Me pregunté entonces, ¿Cuántos ojos habrán apreciado su carmín y cuán exquisito habría sido su aroma?. Creo que el dueño del libro quiso guardar por siempre esas cualidades, ese perfume y ese carmín, y encerró al clavel todavía vivo, entre las hojas de aquel libro, creyendo que guardaba su aroma y su color. Pero no fue así, porque pronto aquel clavel encontró otoño e invierno en su oscuro encierro sin dejar más que un feo residuo a su dueño. Hoy, meditando en este suceso,llegué a la conclusión que dentro nuestro se desarrolla constantemente un proceso de otoños de recuerdos y una primavera de vivencias actuales que se renueva día