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La geometría de las decisiones Las decisiones de las personas mientras viven en el mundo tienen un efecto que repercute en todo su medio en el que se desenvuelve. Una pequeña decisión da origen a un hecho que, por lo irrelevante pasa inadvertido, nadie le da importancia, nadie lo nota pero… sucede: nace… Un hecho tan simple como peinarse o lavarse las manos; hablar poco, mucho; la elección de su indumentaria, la comida que prefiere, etc. todo tiene importancia y máxima si el hombre vive en sociedad. Si el hombre viviera solo, en un habitáculo ubicado en un olvidado rincón del mundo, sus actos no afectarían al mundo, considerando que ese hombre esté totalmente desconectado de cualquier otro congénere. Pero tratemos el caso del hombre de sociedad, que necesariamente debe interactuar con sus pares. La acción, la más insignificante de las obras o el menor detalle, es, por compararlo a algo; como un segundo en la escala sexagesimal de geometría. Un grado dividido en sesenta mi
Muchas veces confundimos discriminación con clasificación No discriminamos a los homosexuales,  clasificamos a los normales. No discriminamos a los negros, clasificamos a los blancos. No discriminamos a los pobres, la clasificación se da naturalmente y la discriminación la hizo el propio hombre al discriminar y no valorar:                                        la instrucción                                        el esfuerzo                                        la constancia                                        la honradez La discriminación acompañada de agresión es natural en la raza humana. La naturaleza del hombre es esa: obrar injustamente sobre el que él puede dominar. Existe  en lo más profundo del ser humano, un individuo morboso el cual puede ser un violador, un torturador, un asesino sádico. Es la expresión más genuina del ser natural, el hombre biológico, el íncubo que asusta a aquél que se da cuenta que lo posee y que no lo puede quitar p
Error de errores es vivir de temores Temor de no estar preparado;         Error de no haberlo intentado. Temor de amar y no ser correspondido;         Error de no haberse atrevido. Temor de hablar inapropiado;         Error de quedarse callado. Temor de no aprovechar una oferta;         Error de no sacar primero la cuenta. Temor de enfermarse;         Error de enfermase y no tratarse. Temor de quedarse y temor de irse,         Error de no decidirse. Temor de hacer poco o demasiado;         Error de quedarse sentado. La paz verdadera;         Una conciencia limpia. El verdadero amor,         Cuidar lo que crece Una sabia decisión;         Estudiar. Un sabio consejo;         Escucha tu corazón La cosa más importante en la niñez;         Tomar mucha leche. La cosa más importante en la madurez;         Tener muchas vacas Lo más importante para una mujer;         Ser madre. Lo más importante para el hombre;         Tener una
La realidad virtual Una quimera;         La saciedad total de los apetitos. Una ilusión;         La felicidad a costa del dinero. Una infamia;         El bien propio a costa del dolor ajeno. La peor injusticia;         La muerte de un niño por hambre. La verdadera pobreza;         La ignorancia. La peor enfermedad;         La ambición. El signo más claro de la decadencia del ser;         La apatía espiritual. El hombre más pobre;         Aquel que no cree en Dios. El hombre más rico;         El más generoso.
La adversidad Había una vez un hombre que muy de mañana y con mucho brío comenzó a trepar una montaña. Lo había hecho antes, para el era sencillo, tenía salud, vigor y entrenamiento. En eso estaba cuando desde un costado del sendero le aparece una mujer esgrimiendo un garrote y le dice “…¡detente!...” “¿A dónde vas?” –“a la cima”- responde el hombre desconcertado y sin mediar más palabras. La intrusa golpea fuertemente un pie del caminante dejándolo malherido. Viéndolo caído y retorciéndose de dolor a medio camino de su meta, la mujer le dice: “… antes sabías que podías llegar ¡ahora trata!” “… antes te era sencillo, ahora esfuérzate!” “… antes lo hacías en forma rutinaria… ahora trepa… arrástrate y llega a la cima…” El dolorido hombre se incorpora apoyándose en el mismo garrote que le arrojara la mujer al tiempo que le pregunta; “… ¿quién eres?”                                               “… Soy al adversidad…”
Conocimiento: Luz, experiencia El conocimiento que encierran las escrituras sagradas no siempre se muestra comprensible a la mente racional. Solo leemos un poco que a la primera lectura nos insta a emular buenos ejemplos de hombres santos y acatar la ley de Dios. Pero el conocimiento mayor, la mayor porción, está velado por nuestra debilidad. O la propia debilidad del que lo escribió que, para expresar lo que vio o lo que sintió, recurre a palabras, comparaciones, frases en la intención de explicar una idea. El caso es que, no hay palabras para describir lo indescriptible por lo inefable. Entonces es que nos vemos en la misma posición del escritor, narrador y profeta: la experiencia escrita está; el que quiera conocer toda la verdad que en ella recogió el que lo vivió, debemos lograr el mismo estado emocional, usar las mismas herramientas y los medios de los que sabemos; es el adecuado para conocer, comprender, sentir. El método es:   Leer, Orar, Ayunar, Meditar
Esferas regentes Las revoluciones de los planetas producen el mando o influencia, de la que depende otro cuerpo en el espacio que están bajo su dominio. El cuerpo de menor revolución gobierna al de mayor, hablando de revoluciones sobre su eje. Todo gira y todo es gobernado o gobierna a otro según sus revoluciones que es el movimiento fijo en la expansión.